Una cosa es el derecho a huelga y otra muy diferente es amenazar a los que no quieren adherirse a ella.
Cuando la cosa se trata de recogida de basura, peor se pone el tema. Los huelguistas no solo no recogen la basura, sino que no cumplen los servicios mínimos y además tiran basura para aumentar la suciedad. Vergonzoso.
En estos casos está en juego la salud de la población. Yo soy partidario de que si es necesario utilicen al ejército para recoger los desperdicios y garantizar la seguridad de los que quieren trabajar.
Porque a los sindicatos a veces se les va el horizonte, y hace falta un Sarkozy o en este caso una Esperanza que sepa reconducir la situación.
Las empresas de limpieza de Metro de Madrid se encuentran en huelga desde hace 11 días, sin cumplir lo estipulado en los contratos y sin atenerse a los servicios mínimos. Es por ello que Esperanza Aguirre ha pedido al consejero de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela, que rescinda los contratos con las empresas de limpieza de Metro (Valoriza, Clece, Ferroser y Eurolimp) y que se convoque un concurso para buscar las nuevas empresas que se encarguen de realizar el mantenimiento de las instalaciones del suburbano.
Una cosa es defender nuestros derechos y otra muy distinta reirse de los ciudadanos.
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